Excursión raquetas de nieve : "Lo pallars."

Hace unos días me fuí de excursión con raquetas de nieve a Port-Ainé con el grupo Roc-roi. Dos monitores y un grupo de unas 20 personas nos fuímos de excursión por las pistas de Port-Ainé la subida fué moratl las explicaciones de los monitores hacían todo muy ameno y la bajada normalita y a buen ritmo.

Pero lo mejor es que hacia buen tiempo, y se podía pasear y estar perfectamente, era un fin de semana perfecto para el senderismo.

La Oferta venía con albergue,que estuvo de maravilla, gracias a la temporada baja, y sí, también al sitio jeje. Y una actividad a elegir entre hacer un Iglú o una excursión con las raquetas de nieve.

El albergue estuvo bien, no tiene mucha señalización pero está al principio de Montardit de Baix, es sencillo, bien equipado, el almuerzo es abundante y variado, y solo tuve un problema con el agua caliente pero nos teníamos que ir así que fuera de horario no me voy a quejar.

Y como así soy yo, elegí la excursión, porque no solo lo veía más divertido si no que con la poca nieve de este año y este tiempo esplendoroso con sol y poco frío en febrero, no veía muy divertido hacer el iglú sobre la hierba. Hasta el ultimo día estuve preocupada sobre la excursión pero lo del Roc Roi me aseguraron que se haría la actividad, que había nieve, y la verdad no la había.

Las montañas secas y peladas de Sort eran la prueba , por las pistas si que había pero no hacia paisaje. Aún así, con la poca nieve y haciendo la excursión en el borde de las pistas de esquí, paso super rápida la actividad, el ritmo que llevaban los monitores era bueno, un poco excesivo para los que estamos en baja forma, y casi saco los higadillos, pero a más de la mitad de la subida paramos, y los monitores nos explicaron cosas de Port-Ainé, la valle y el agua de allí, que los pueblos del Pallars tenían un acuerdo con las centrales hidroeléctricas por el que cedían las tierras y no pagaban ni luz y/o agua, un gran negocio para la hostelería que saca más en limpio o puede mejorar precios frente a la playa.

Más adelante en la siguiente parada después de unos 20minutos, antes de empezar el descenso, nos explicaron cosas de los pinos que son típicos de allí, y de uno de los animales típicos de lo Pallars que era un tipo de la gallina silvestre, la cual, cuando está en época de apareamiento, el macho empieza a cantar, pero se pone tan y tan ciego, que se queda ciego de verdad y puedes acercarte a él muy sigilosamente para observarle, y así como nosotros , otros depredadores que se los comen. Una cosa más a saber de ese pobre animal.

La bajada fue sencilla y rápida sin percances ni atropellos por parte de los esquiadores que se agradeció.

La utilización de las raquetas de nieve, se hace con descansos ( o eso ponía), aunque la mayoría llevaba chirucas, supongo que al haber poca nieve no hay problema, ya que la chiruca impermeabiliza del suelo pero no hacía arriba. Lo más complicado es ponértela, porque cada una tiene su sujeción, y bastante duras. Pero una vez puestas es fácil andar, hay que abrir un poco las piernas, para no pisarte una con la otra y caerte de morros, y los palos de apoyo vana la inversa de los pasos. Hay que coger el ritmo, y no tropezar con eso se tiene conseguido todo.

Una actividad sencilla, pero si hubiese habido más nieve seguramente nos habrían llevado por una ruta más interesante, pero es que no había, y si no hay gracias a que aun quedaba algo artificial y en las sombras entre los arboles.

Esperaremos a ver si el año que viene hay más suerte.